Los protectores solares son esenciales para proteger la piel de los efectos dañinos del sol. Sin embargo, ciertos ingredientes presentes en estos productos pueden perjudicar el medio marino.
Es importante conocer estos componentes para evitarlos, y elegir alternativas más saludables, tanto para nuestra piel, como para el medio ambiente. En este artículo veremos que el protector solar contamina el mar, y cómo evitarlo ¡Comenzamos!
Importancia de la protección solar
La protección solar es esencial para proteger nuestra piel de los efectos nocivos de la radiación solar.
Yes que la radiación solar puede provocar diversos efectos adversos en la piel, desde quemaduras solares hasta un envejecimiento prematuro. Es fundamental proteger nuestra piel de los rayos UV, que pueden penetrar en las capas más profundas de la piel y causar daños a largo plazo.
El cáncer de piel es uno de los tipos de cáncer más comunes, y la exposición excesiva al sol es uno de los factores de riesgo principales. Utilizar protector solar adecuado y limitar la exposición al sol en horas de mayor intensidad son medidas clave para prevenir esta enfermedad.
Por todo esto, el uso generalizado de cremas solares se ha vuelto imprescindible en la rutina diaria, especialmente en climas soleados.
Las cremas solares no solo protegen de las quemaduras solares, sino que también previenen el envejecimiento prematuro de la piel. Eso sí, es importante aplicar el protector solar de forma regular y en cantidad suficiente para garantizar una protección efectiva.
Ingredientes contaminantes en los protectores solares
Los ingredientes presentes en los protectores solares pueden tener un impacto negativo en el medio ambiente marino.
Cuando aplicamos la crema sobre nuestra piel y nos bañamos en la playa, una gran parte del producto acaba en el agua de nuestros mares.
Esto supone millones de moléculas de estos químicos; se ha demostrado que hasta 14.000 toneladas de protector solar terminan en el océano cada año.
Oxibenzona
La oxibenzona, presente en muchos protectores solares, ha sido identificada como responsable del blanqueamiento de los arrecifes de coral. Este fenómeno afecta gravemente a estos ecosistemas, debilitándolos y poniendo en peligro su supervivencia.
No es una realidad lejana, nos afecta también en España.
Aparte de ser seres vivos por sí mismos, alojan a millones de otras especies, convirtiéndolos en auténticos paraísos para la biodiversidad. Su muerte supondría una catástrofe para el ecosistema de todo el planeta.
Además del impacto en los arrecifes de coral, la oxibenzona también puede causar trastornos hormonales y reproductivos en la fauna marina, afectando el equilibrio natural de estos ecosistemas y poniendo en peligro su estabilidad a largo plazo.
Parece ser que esta problemática queda lejana, pero no es así, afecta a todo el planeta, incluidas nuestras costas.
España es de los primeros países europeos en cuanto a biodiversidad marina. No obstante, pocas son las zonas marítimas protegidas del país. Una de las causas es la poca información que se tiene sobre estos corales. Algunas de ellas son:
- El banco de la Concepción es una montaña submarina situada a 75 kilómetros al norte de la isla de Lanzarote. Esta elevación parte de una profundidad de 2.000 metros hasta los 150 metros de profundidad en su cima. Su relieve junto a las corrientes marinas crea un fenómeno de afloramiento, en el que las aguas profundas cargadas de nutrientes ascienden. Estos nutrientes elevan la productividad de la zona, atrayendo a numerosas especies como cetáceos, tortugas marinas, tiburones o aves marinas en busca de alimento.
- El Canal de Menorca: es un corredor marino de más de 36 kilómetros que divide las islas de Mallorca y Menorca. Es un foco de grandes riquezas ecológicas, ya que en este corredor se concentra “una amplia distribución de hábitats, desde los bancos de arena y praderas de Posidonia propias de las zonas cercanas a la costa, a comunidades de fondos de plataforma (de 50 a 100 metros de profundidad) y talud (100 a 400 metros de profundidad)”, según destaca LIFE+INDEMARES.
- Corales en el Banco de Galicia: Situado a 180 kilómetros de la costa gallega, este monte submarino alberga una gran biodiversidad. Los arrecifes ocupan una extensión de más de 30.000 hectáreas, donde se incluyen corales blancos de aguas frías. El proyecto INDEMARES pudo identificar unas 100 especies de corales en el Banco de Galicia, lo que convierte a este espacio en un “enclave de gran riqueza”.
- Las Islas Medes (Gerona). Comprende 21,5 hectáreas terrestres y 511 hectáreas marinas de un valor ecológico excepcional que las convierte en un lugar único en el Mediterráneo. Están formadas por siete islotes y algún que otro espectacular arrecife de coral. Este archipiélago está situado en el Parque Natural de Montgrí. En este fondo destacan las poblaciones de algas, las praderas de posidonia, los corales, varias especies de peces, los cangrejos, las estrellas de mar, etc.
- El entorno marino de Doñana es un rincón muy rico en biodiversidad. Según investigaciones de Oceana en sus inmersiones, en el frente costero de Rota y Chipiona hay densas colonias de corales árbol y anaranjados. Al norte, frente a Mazagón, se pueden encontrar gorgonias, esponjas y otros invertebrados.
Octilmetoxicinamato
Otro ingrediente preocupante en los protectores solares es el octilmetoxicinamato, cuya presencia en el agua puede tener consecuencias negativas para el medio ambiente marino. Este compuesto puede contribuir a la contaminación del agua y afectar a la vida marina de diversas formas.
Nanopartículas de dióxido de titanio
Las nanopartículas de dióxido de titanio, presentes en algunos protectores solares, pueden liberarse en grandes cantidades en el mar, especialmente cuando los bañistas se sumergen en el agua. Estas partículas pueden tener un impacto significativo en la vida marina y en la calidad del agua en las playas.
Investigaciones han demostrado que las nanopartículas de dióxido de titanio pueden encontrarse en concentraciones preocupantes en las playas, lo que indica una contaminación significativa causada por estos compuestos presentes en los protectores solares.
La presencia de nanopartículas de dióxido de titanio en el agua puede tener consecuencias negativas para la vida marina, afectando a diferentes especies y alterando el equilibrio ecológico de los ecosistemas marinos.
Regulación y avances en la industria cosmética
A nivel europeo, se han establecido normativas específicas para controlar y limitar la presencia de sustancias dañinas en estos productos, con el objetivo de proteger el medio ambiente marino y la salud de los usuarios.
Ante la preocupación por la contaminación marina causada por los protectores solares tradicionales, varias marcas del sector están llevando a cabo iniciativas para reformular sus productos.
Estas iniciativas incluyen la eliminación de ingredientes nocivos como la oxibenzona y el octilmetoxicinamato, y la adopción de ingredientes más respetuosos con el medio ambiente.
La colaboración entre científicos, expertos en dermatología y la industria cosmética es fundamental para encontrar soluciones sostenibles en la protección solar. A través de la investigación y el desarrollo conjunto, se buscan alternativas más seguras y eficaces que protejan la piel sin dañar los ecosistemas marinos.
Esta sinergia entre diferentes actores es clave para avanzar hacia un futuro más sostenible en el cuidado de la piel bajo el sol.
Alternativas más respetuosas con el medio ambiente
En la búsqueda de alternativas más sostenibles para proteger la piel y el medio ambiente marino, se están desarrollando productos innovadores que utilizan ingredientes naturales y métodos de producción respetuosos.
Aminoácidos similares a la micosporina (MAA)
Los aminoácidos similares a la micosporina, derivados de algas marinas, ofrecen una protección solar natural y efectiva. Estos compuestos ayudan a absorber los rayos UV de manera segura tanto para la piel como para el entorno marino.
Compuestos naturales para la protección solar
Además de los MAA, se están explorando otros compuestos naturales como extractos de plantas y aceites esenciales con propiedades protectoras. Estos ingredientes son biodegradables y respetuosos con la biodiversidad marina, ofreciendo una alternativa eco-friendly a los protectores tradicionales.
Protectores solares biodegradables
Los protectores solares biodegradables están formulados con ingredientes que se descomponen de manera natural en el medio ambiente, evitando la acumulación de sustancias dañinas. Estos productos no solo protegen la piel, sino que también contribuyen a la preservación de los ecosistemas marinos.
Por el contrario, los filtros solares químicos permanecen durante mucho tiempo en el agua. Algunos son disruptores endocrinos y se acumulan en los organismos marinos, provocando diferentes toxicidades y patologías. Debemos evitar aquellos protectores solares que incorporen, además de los compuestos ya comentados, lo siguiente:
- Propilparabeno
- Alcanfor 4-metilbenceno.
- Triclosán.
- Octinoxato
- Propilparabeno
- Perlas microplásticas.
- Bencilparabeno
- Metilparabeno
- PABA o ácido aminobenzoico.
Protege tu piel y el medio ambiente con HerboGreen
Los protectores solares son muy importantes para el cuidado de nuestra piel. No obstante, también hay que tener en cuenta el cuidado del medio ambiente, y evitar compuestos que puedan dañarlo (y a nosotros a medio/ largo plazo).
En este aspecto, HerboGreen destaca por sus protectores solares dentro de la línea Cicalmatri, tanto de factor de protección 30, como SPF50. Nuestros productos solares son:
- 100% Natural – Vegano SPF30+ con óxido de zinc (no nano)
- Biodegradable
- Respeta la diversidad de la vida acuática
- Evita la decoloración de los corales
- Son libres de colorantes, parabenos, ftalatos, derivados de PEG, siliconas, aceites minerales, otros derivados del petróleo y fragancias sintéticas.
El cuidado de nuestros mares nos incumbe a todos y con pequeños gestos a nuestro alcance… ¡es posible formar parte del cambio!